MANTENIENDO EL ÉXITO Y VIVIENDO EL SUEÑO

Desde la infancia Sheyla Gutiérrez ha soñado con ser ciclista profesional. Proveniente de un hogar donde reina la pasión por el ciclismo, Sheila hayo la inspiración para no solo practicar el deporte sino también competir durante su adolescencia tanto en su Rioja natal como en la vecina Euskadi.

Su dedicación y talento dieron sus frutos cuando cumplió en 2017 su sueño de coronarse campeona de España de carretera, se llevó el bronce en la crono y enmarco un gran año ganando también la clásica belga de Samyn des Dames.

Esa fue su etapa dorada a la que desafortunadamente le siguió un periodo difícil marcado por la severa enfermedad de un familiar y su lesión al ser golpeada por un coche.

Arropada por sus nuevas compañeras del Movistar Team y tras meses de intensos entrenamientos, la riojana estaba determinada a recuperar su antigua forma, la Leona, su apodo, estaba más que lista para dar mucha guerra desde su sillín.

Las cosas pintaban muy bien en la Emakumeen XXXII. Bira, en el GP de Plumelec-Morbihan Dames, donde consiguió el segundo mejor tiempo.

"La competición femenina fue realmente muy bonita, pero también muy técnica. Era un recorrido difícil lleno de escaladas, del tipo que más se ajustan a mí. Es una de las carreras más importantes del año. Queríamos ir a por el GC porque Aude Biannic y Jasi [Malgorzata Jasinska] iban bien, pero luego decidimos que iríamos a por los esprints de bonificación ya que se presentaron las condiciones".

"Cuando el clima es tan malo no es ideal, pero lo que me hizo continuar fue pensar en lo duro que había trabajado para esta competición."

Además de los desafíos de la longitud y la elevación de las etapas, tuvimos que lidiar con condiciones húmedas a través del campo británico.

"Cuando el clima es tan malo no es ideal, pero lo que me hizo continuar fue pensar en lo duro que había trabajado para esta competición. Las condiciones eran difíciles para todos, así que hicimos lo mejor que pudimos. Hubo días en los que llovía mucho. La lluvia en sí no era lo peor, pero al ser las etapas muy largas, se nos hizo más difícil. Por suerte estábamos vestidas de arriba a abajo con kit de competición de buena calidad de Endura. Toda la ropa, incluyendo guantes, calcetines y gorras nos mantenía calientes y secas".

Después de un breve descanso, Sheyla centró su atención en los Campeonatos Nacionales que llegaron muy poco después del Tour Femenino. Tirar de reservas y luchar por la victoria no es algo de lo que la joven de 25 años rehuya.

"Al entrar en la contrarreloj no sabía si estaba en las mejores condiciones ya que tras la carrera por etapas,no me había recuperado del todo. Mi objetivo fue andar duro y ver cómo se desarrollaban las cosas. El trayecto tenía un trazado de ida y vuelta, era plano y se empinaba cerca del punto de retorno".

Ganar la contrarreloj fue una sensación increíble para Sheyla, especialmente porque se había quedado a las puertas de hacerlo en numerosas ocasiones anteriores. Pero este año las cosas salieron bien.

Su victoria en la "carrera de la verdad" fue parte de un cuádruple triunfo para el Movistar Team que acabo acaparando los últimos 4 puestos. Con su compañera Lourdes Oyarbide consiguiendo el título de Campeonato Nacional de Carretera.

"… pero cuando trabajo para una compañera se siente más la presión ya que mi rendimiento es crucial para asegurar su buen resultado e intento minimizar en todo lo posible los fallos. Este deseo de ayudar al equipo me motiva a dar lo mejor de mí."

Fueron un par de días muy bonitos para el equipo, con todo el equipo trabajando a la perfección, y es esta solidaridad la que hace que Sheyla disfrute de formar parte del Movistar Team.

"Somos como una familia. Muchas de las mujeres son personas que conozco desde hace muchos años, y he corrido mucho con ellas. Normalmente trabajo para Roxane [Fournier] en la salida del sprint. Es muy importante que todas trabajemos en estrecha colaboración y que cada una haga su trabajo para poner a la esprinter en la posición correcta. Cuando persigo mis objetivos me siento cómoda y lo doy todo, pero cuando trabajo para una compañera se siente más la presión ya que mi rendimiento es crucial para asegurar su buen resultado e intento minimizar en todo lo posible los fallos. Este deseo de ayudar al equipo me motiva a dar lo mejor de mí."

El espíritu de equipo es aún más importante en disciplinas como las contrarreloj por equipos, como la que disputo el Equipo Movistar en la etapa inaugural del Giro Rosa.

"En las carreras, no llevo amuletos ni tengo ritos supersticiosos. Sólo me aseguro de haber comido, bebido y calentado correctamente. Mi formula es una mezcla de, trabajo duro, mantenerme relajada y tratar de disfrutar de la carrera y si todo solo sale bien espero obtener un buen resultado".

"La primera etapa del Giro Rosa fue una contrarreloj por equipos bastante técnica con bastantes tramos en subida. Trabajar bien en equipo era clave para tratar de conseguir una buena posición para el resto de la carrera, ya que las etapas incluían muchas colinas. Durante una contrarreloj por equipos es importante que cada ciclista desempeñe bien su papel y que los cambios de posición se efectúen correctamente, ya que el resultado depende de lo bien que obtengamos el equilibrio necesario."

Sheyla cree firmemente que sus resultados no son cuestión de suerte, sino que se deben a su determinación, el trabajo duro y una planificación adecuada.

"En las carreras, no llevo amuletos ni tengo ritos supersticiosos. Sólo me aseguro de haber comido, bebido y calentado correctamente. Mi formula es una mezcla de, trabajo duro, mantenerme relajada y tratar de disfrutar de la carrera y si todo solo sale bien espero obtener un buen resultado".

Sheyla busca que sus esfuerzos sirvan para ser una modelo a seguir e inspirar a los más jóvenes en sus actividades. De hecho, cuando no está compitiendo la riojana pasa su tiempo estudiando Psicología y Educación Infantil. Con el tiempo que le sobra, lo suele pasar en su pueblo de toda la vida, Varea.

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