ALEJANDRO VALVERDE

Valverde y su maillot arco iris, un sueño hecho realidad

Después de tantas temporadas, tantos campeonatos del mundo y haber subido al podio en 6 ocasiones, Alejando Valverde obtuvo el anhelado maillot arco iris de campeón del mundo.

Para los aficionados testigos de la hazaña del Bala, no les fue necesario comprender el español para comprender el significado del grito victorioso del murciano al atravesar la línea de meta en Innsbruck el 30 de septiembre, día que a partir de ahora pasara a la historia. Tras 16 temporadas en la elite del ciclismo profesional y 15 años después de conseguir su primera medalla en un mundial – Alejandro a ha conseguido nada más y nada menos que dos medallas de plata y cuatro de bronce - Valverde pudo finalmente conseguir el maillot más codiciado del ciclismo internacional, el maillot arco iris.

"Ha sido un sueño por mucho tiempo, y ahora es realidad"

Su emotivo abrazo y las primeras lágrimas de alegría que soltó al abrazarse con su amigo y masajista. Escaméz hablaron por si solas. Valverde no es alguien que particularmente disfrute de estar en el foco de los medios de comunicación, pero esta ocasión fue una excepción. "Ha sido un sueño durante mucho tiempo y ahora es realidad", dijo el murciano, "no he podido contener las lágrimas al terminar, he estado persiguiendo este triunfo durante mucho tiempo".

Por primera vez desde la victoria de Oscar Freire en el año 2004 (competición en la que nuestro protagonista termino sexto). España vuelve a tener un campeón del mundo mundial, una de las competiciones más exigentes y selectivas de la historia moderna.

Valverde, a la edad de 38 años y 158 días, es uno de los más veteranos en hacerse con el maillot multicolor, solamente superado por el holandés Loop Zoetemelk que era 114 días más mayor cuando ganó el título mundial de carretera en 1985. La gran diferencia es que mientras la victoria de Zoetemelk fue una sorpresa, Valverde era uno de los favoritos antes de la carrera.

Después de las decepciones de este año en el Tour de Francia y su cruel salida del podio en la penúltima etapa de la Vuelta, Valverde venía a Austria con el apoyo de un equipo español enteramente dedicado a su causa, con un espíritu de equipo reforzado. Por una sesión de entrenamiento en Sierra Nevada. "Tenemos muy buen rollo en el equipo", explicó Valverde más tarde, "cada uno de nosotros sabia su función y éramos conscientes de lo que estaba haciendo cada uno en todo momento de la carrera". En Innsbruck, El Bala fue el único líder y estaba perfectamente definido cuál era el plan, como bien aseguro Javier Minguez elaborado, "no usamos radios, ni falta hizo, ya que los chicos rodaron a la perfección, es más ninguno de ellos se acercó al coche para preguntarme sobre tácticas".

De hecho, en un circuito tan difícil, no había muchos matices tácticos y técnicos involucrados, tal imponente y montañoso recorrido haría que fuesen los ciclistas más fuertes los que encabezasen la carrera. A la que llegaba el selecto grupo de ciclistas a la subida final – 'Hölle' o 'Infierno' en alemán – Valverde supo dar respuesta a los repetidos ataques del francés Romain Bardet y del canadiense Rusty Woods y en los kilómetros finales pudo hacerse con la victoria.

“Sabía que probablemente era mi última oportunidad de ganar la camiseta y luché muy duro. En los últimos tres kilómetros, los demás y yo estábamos nerviosos ... pero sabía que era el mejor velocista allí, lo que me ayudó ".

Valverde sabía que, con toda probabilidad, esta iba a ser su última y mejor oportunidad para ganar la tan codiciada prenda, "fue un recorrido difícil una carrera muy dura pero lo di todo porque sabía que probablemente sería mi última para coronarme campeón del mundo. Los últimos tres kilómetros fueron de gran tensión para los que estábamos en cabeza – especialmente cuando Dumoulin nos dio alcance, lo que significaba que uno de los tres se quedaría sin podio - es siempre un poco complicado, pero sabía que era el mejor sprinter, lo que nos ayudó mucho".

Otro punto a favor fue el hecho de que Valverde es conocido por ser uno de los riders que más lucha en el pelotón, se trata de un hombre que nunca se rinde un profesional cuya determinación y amor al deporte han hecho que se haya mantenido entre los mejores del ciclismo durante tanto tiempo. Durante su periodo de sanción de dos años en 2010 y 2011, él siguió entrenando y montando al mismo nivel que cuando competía, algo que demostró al volver en primavera de 2012 ganando la primera carrera en la que compitió. Cuando se rompió la rodilla en un terrible accidente en el Tour de Francia de 2017, se vio obligado a terminar la temporada prematuramente. A la edad de 37 años, muchos se hubieran retirado, pero él decidió volver en 2018 ganando en varias competiciones primaverales, dando mucha guerra en la Vuelta y finalmente proclamándose líder en Innsbruck.

¿Tal vez ahora podría ser el momento para retirarse? "No", contesta Valverde con una sonrisa, “me siento muy bien”. Si es posible y si estoy en forma, me gustaría ir a los Juegos Olímpicos de Tokio en el año 2020, es una medalla que me falta. El tema es que después de mi caída en el Tour de Francia de 2017, cada vez compito es un regalo para mí, tenía miedo de que el accidente sería el final de mi carrera, realmente no estaba seguro si iba a poder recuperar la forma, pero el volver y en especial haber ganado el maillot arco iris ha sido algo muy importante para mí. Lo que este por venir, será un premio".

¿Con el objetivo de Tokio en mente, quien se atreve a decirle al 'Bala' que no podrá estar en forma para tal gran reto? Pero antes de la temporada 2020, hay pocas dudas de que veremos en el 2019 el maillot arco iris de Valverde en el escalón más alto de diversos podios ya sea en España o en el escenario internacional. Si nos ponemos a pensar, ¿no es el recorrido del campeonato de 2019 en Yorkshire difícil y montañoso? A alguien se le ocurre un atleta cuyas cualidades sean perfectas para tal carrera.

FOOTNOTES

Traducido por Eduardo Marina, Fotos por Gomez Sport, Sean Hardy & Eilidh McKibbin

Innsbruck, Austria


©2021 Endura